Alianza Rebelde
           Los primeros días de la Rebelión         Los Líderes            El Tratado de Corelia             Declaración de la Rebelión               Emblema de la Alianza
                                Los Primeros días de la Rebelión
 

La Rebelión existió incluso antes del nacimiento de la Alianza Rebelde. Casi desde el momento en que el senador Palpatine se autoproclamó Emperador, grupos de resistencia surgieron en todas partes de la Galaxia.

Pero estos grupos, simples guerrillas, tan sólo podían causar molestias a ciertos Gobernadores o Moffs. Cuándo los grupos se hacían demasiados molestos, el Imperio reunía sus fuerzas y acababa con ellos. El Imperio contaba con los recursos de la Galaxia, los grupos rebeldes eran pocos y aislados.

 

                                                 Los Líderes
 

Tres personas jugaron un papel fundamental en la creación de la Alianza Rebelde: Bail Organa, el virrey de Alderaan, Mon Mothma, senadora por Chandrila; y Garm Bel Iblis, senador por Corellia.
Mon Mothma
Mon Mothma era una joven idealista, defensora de la revolución, mientras Bail Organa era un veterano curtido en la política, trabajando desde la sombra, sin hacer ruido.

Organa estaba en contra de la mera idea de derrocar al gobierno, y se oponía pacíficamente a Mon Mothma, al menos hasta la masacre de Ghorman.

En Ghorman se produjo una manifestación en contra de los nuevos impuestos. Los manifestantes ocuparon el espaciopuerto, bloqueando las pistas; hasta que una nave de guerra de la extinta República que venía a recaudar los impuestos aterrizó sin preocuparse por los manifestantes, matando a cientos de personas. El entonces Capitán Tarkin, comandante de la nave, no fue castigado, al contrario, fue ascendido.

Desde este incidente, Organa comprendió que la República estaba muerta y se dedicó a ayudar en secreto al grupo de Mothma. Gracias a su aviso, Mon Mothma pudo huir de Coruscant cuando los Agentes Imperiales de la OSI recibieron la orden de arrestarla.

 

                                           El Tratado de Corelia
 

Mon Mothma paso años en la clandestinidad, huyendo del Imperio y contactando con los grupos de la Resistencia, intentando unificarlos. Su primer gran triunfo tuvo lugar en el sistema Coreliano, donde logró unir a tres grupos de resistencia con la firma del Tratado de Corelia, esto marcó el nacimiento de la Alianza. Los grupos resistentes encomendaron sus “vidas y propiedades” a la Alianza y juraron “luchar hasta que el Imperio sea destruido, o lo seamos nosotros”.

La organización de la incipiente Alianza se basó en las discusiones que Mon Mothma y Bail Organa mantuvieron en Coruscant. Cada grupo rebelde mantendría su autonomía y estructura, recayendo el mando estratégico global en manos de Mon mothma y su Asamblea de Consejeros. Mon Mothma asumió, a su pesar, unos poderes casi dictatoriales. Esto fue la causa de que el senador Bel Iblis, depués de la Firma del Tratado, decidiera no unirse a la Alianza y organizar su propio grupo de Resistencia.

Mon Mothma detestaba este poder, pero era necesario: la Alianza no debía luchar por planetas o individuos, sino por la Galaxia entera. Alguien, ella, debía tomar las decisiones difíciles.

Tras la Firma del Tratado, la Alianza creció. Muchos grupos se les unieron al comprobar las ventajas del trabajo conjunto, como, por ejemplo, el Grupo de Resistencia Armada del Sector Atrivis.
 

                                      Declaración de la Rebelión
 

Poco después de la Firma del Tratado de Corelia, Mon Mothma decidió que era necesario dejar en claro ante la Galaxia los objetivos políticos de la Rebelión, retratada por la propaganda Imperial como un grupo de “piratas, criminales y anarquistas”. Así pues redactó la Declaración de la Rebelión, que fue dirigida al Emperador y ampliamente distribuida por la Galaxia, gracias a la red de inteligencia de la vieja República.

Los efectos fueron fulminantes: diversos sistemas declararon su adhesión a la Alianza a los pocos días. El Emperador se apresuró a sofocar con dureza estos intentos de secesión, pero no antes de que los mundos rebeldes lograrán trasladar gran parte de sus medios materiales y humanos a las filas de la Alianza.

                                                                       

                         Emblema de la Alianza: El Kalidor Crescent

 

Nombrado así en honor al famoso predador alado del planeta Davnar: esta insignia conmemora la gracia sin igual y el poder de Kalidor. No hay ninguna otra criatura voladora más perfecta en la Galaxia. El Kalidor se ha convertido en la medalla más preciada para los pilotos de la Alianza y en el emblema mismo de la Alianza Rebelde.

 

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